Le da forma, elimina los restos de suciedad, le
aporta volumen, potencia el brillo, en definitiva, El cepillado
de pelo actúa a modo de revitalizador de la estructura y
el tono capilar, de ahí que esta técnica resulte imprescindible para mantener
el cabello en condiciones.
Sin embargo, y pese a su aparente simplicidad, es
muy importante saber cómo
cepillar el cabello adecuadamente, ya que ni todos los
peines y cepillos valen ni sirve la misma técnica para las distintas tipologías
capilares.
Estos cinco consejos básicos que ofrecemos
a continuación dan una idea de cómo sacar todo el partido a este hábito tan
cotidiano.
1-El cepillado
del cabello es
un gesto que hay que realizar a diario, no sólo para mejorar el
aspecto del pelo sino para retirar de él el exceso de grasa, el polvo, los
restos de productos de styling y otras partículas que se adhieren a la
cutícula a lo largo del día.
2-¿Los
dos secretos del cepillado de pelo “ideal”? Pasadas suaves
y realizadas con el peine o cepillo adecuado.
3-Lo
primero es elegir un peine o cepillo de calidad. El
material viene determinado por el tipo y el estado del pelo. Por ejemplo, para
el cepillado del cabello rizado van mejor los peines y cepillos de madera que
los de plástico, mientras que para alisar la mejor opción son los cepillos
redondos y de cuerpo de cerámica, que concentran más calor y consiguen un liso
más duradero.
4-La
forma del peine o cepillo debe elegirse en función de la longitud del cabello y
de su calidad. Para los lisos y largos, la mejor opción para el
cepillado de pelo son los cepillos planos y con púas protegidas, que peinan y
desenredan sin dañar. Para resolver la siempre controvertida cuestión de cómo
cepillar el cabello rizado, lo más recomendable es elegir
peines de púas muy anchas. En el caso del cepillado
del cabello corto hay que utilizar peines y cepillos
de púas compactas. Si se llevan extensiones, se deben usar cepillos de púas
blandas y largas (para no “arrastrar” la extensión al pasar el peine por el
empalme).
5-También
es importante adaptar la técnica de cepillado de pelo a cada tipología. Así,
por ejemplo, el cabello rizado, con el acondicionador puesto, debe desenredarse
con un peine de púas gruesas y, mientras se aplica agua para eliminar el
producto, seguir pasando el peine para evitar que se enrede.
Además, hay que tener en cuenta que tanto
peines como cepillos deben lavarse con frecuencia. Para ello, lo mejor es
dejarlos toda la noche inmersos en agua muy caliente y una gotita de producto
antigrasa o lejia.
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